El último trimestre no se trata de improvisar, sino de ejecutar con orden para cerrar de mejor manera un año de difícil crecimiento económico. En Chile, entre octubre y diciembre se juegan muchos presupuestos de ventas. Y si tenemos un negocio B2C (empresa a consumidor), debemos aprovechar iniciativas como el Black Friday, Navidad o ferias itinerantes. Y en B2B (negocio que vende productos o servicios a otras empresas), dos acciones: uso de remanentes y presupuestar junto a los clientes las acciones 2026. El objetivo: cerrar bien el año y entrar con ventaja al siguiente.
En relación a B2C, existen tres movimientos clave. Primero, ya pasó el cyber, pero aún queda el Black Friday con foco en ventas Lo más importante es aprovechar los clientes ganados en el cyber -que quizás no conocían tu marca- y también los aprendizajes, como ajustar el inventario con SKUs que sean de buena conversión o definir límites de stock visibles y cortes de despacho. También es importante preparar ofertas por categoría (bundle, 2x, gift card) y una landing simple que resuelva temas como qué incluye, cuándo llega y cómo se cambia. Otra clave apunta a reforzar la atención al cliente con respuestas estándar y tiempos de resolución, además de medir alcance, tasa de conversión, ROAS, margen por oferta y tasa de venta por canal, para ver los más efectivos.
Por otro lado, la preventa de Navidad significa anticipar compras y simplificar decisiones. Apenas comience diciembre, es crucial habilitar kits y “listas de regalo” por perfil (niños, wellness, cocina, tech, amigo secreto), además de activar retiro en tienda y calendario de entregas visibles, agregando despacho express para los que dejan las compras de último minuto y estén dispuestos a pagar más con tal de tener el producto a tiempo.
En lo relativo a ferias y eventos itinerantes, se puede vender y aprender en terreno. ¿De qué manera? con presencia en bazares o encuentros sectoriales en los que se puede definir un objetivo por jornada: ventas directas, pruebas de producto o validación de propuesta, aprovechando de trabajar en la experiencia de los clientes. Cada conversación deja un insight y un contacto; cada contacto puede convertirse en un promotor de tu marca. Estos eventos, cada vez más intensivos a medida que se acerca el verano, quizás no son un éxito en ventas, pero sí ayudan a construir marca.
En esta época del año es una muy buena idea convocar a reuniones o workshops de 60–90 minutos con cuentas clave, así como también consensuar una propuesta de nuevos servicios, mejorar respecto de lo que se hizo este año y ayudar a los clientes a presupuestar el 2026.
Finalmente, detectar presupuestos no utilizados del año en curso permitirá ofrecer paquetes de cierre Q4 con beneficios claros y ayudará a priorizar cuentas y ejecutar un plan de contacto semanal hasta el cierre. Si tienes clientes que ya no les quedan presupuestos pero igual quieren partir una asesoría este año, te recomendamos comenzar y facturar en enero del próximo año, si ya tienes la capacidad en tu empresa.
Si cada acción tiene responsable, fecha y un esperable, la última parte del año entregará ventas, datos y relaciones que van a colaborar en sostienen el arranque de 2026.